Finalizado el colegio Valle y Quimi, novios casi desde niños, deciden celebrarlo con su pandilla por todo lo alto, viajando a la costa. Allí se sienten liberados de todo el estrés que los estudios les ocasionaban y deciden prometerse que siempre estarán juntos.
A pesar de la promesa que realizaron en la playa, pasados cuatro años una fiesta en el colegio les reúne de nuevo y se pone de manifiesto que la tensión en el ambiente es demasiado fuerte. Valle trabaja bailando como go-gó en una discoteca y además se siente atraída por el dueño, Ray, un hombre que se meterá en problemas de drogas por culpa de una banda de traficantes, encabezada por Sandro, que le presionaran para vender su mercancía en la discoteca.
En cambio, Quimi ha cambiado su rebeldía, su moto y su chupa de cuero por una vida estable con un trabajo y una novia formal, llamada María, aunque no podrá olvidar su pasado tan fácilmente.